El término artritis se usa en humanos y animales para describir un tipo de inflamación de las articulaciones. Existen varios tipos incluyendo la artritis reumatoidea, infecciosa y degenerativa, cada una tiene una causa diferente. Infecciones, enfermedades inmunológicas, traumas, y algunas medicinas pueden ayudar a desarrollar la inflamación.
Los síntomas relacionados con esta enfermedad son básicamente los mismos que los que presentan los humanos. Rigidez y cojera de una de las articulaciones son los signos más obvios de este problema, el frío o los ejercicios pueden empeorar la situación. Nuevos medicamentos y técnicas quirúrgicas han sido introducidas en los tratamientos veterinarios.
La artritis degenerativa es una condición en la cual el cartílago está desgastado, esta es una parte normal del proceso de envejecimiento en los perros. La artritis infecciosa es causada por una bacteria que a través del torrente sanguíneo llega a las articulaciones y las inflama. Las bacterias que se encuentran en las encías, enfermedades periodontales, fiebre permanente, y la enfermedad de Lyme puede causar daños en los cartílagos y la estructura de las articulaciones.
Artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, y se causa porque los anticuerpos se reúnen en un cartilago y causan la inflamación de la articulación, la fiebre y la depresión también son causantes de esta enfermedad. La Hip dysplasia es una condición hereditaria que inicia con la dislocación parcial de la articulación de la cadera por la tensión anormal en ellas.
La clave para disminuir los efectos de cualquier tipo de artritis es la pronta detección de esta enfermedad. Tu veterinario te puede recomendar algunos antibióticos, inmunosupresores, medicinas antiinflamatorias, algunas vitaminas y suplementos, y de ser necesario la cortisona. Pero lo más importante eres tú y las frecuentes visitas al veterinario para vigilar la salud de tu mascota.