Antes de elegir una mascota por su apariencia , o porque simplemente tienes ganas de tener una pero no sabe cual y compras cualquiera que te ofrecen en el petshop te recomendamos revisar los siguientes puntos que te ayudaran a elegir mejor el momento de adquirir una animal para compañero de tu familia.
PERROS: Las principales características que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir la raza o el cachorro son las siguientes:
El tamaño:
A menudo se dice que los perros grandes son para el campo y los pequeños para la ciudad. Esto no impide que un gigante, como por ejemplo un San Bernardo pueda ser feliz en un marco estrictamente urbano. Más que el volumen del perro, son decisivos su carácter y tipo de actividad a la hora de determinar el hábitat que necesita. Por ejemplo un Setter necesitará seguramente más espacio que un Mastín a pesar de ser mucho menor, ya que es mucho más activo.
El tipo de pelo:
Pelo largo significa trabajo y dedicación. Si no estás dispuesto a utilizar diariamente un cepillo, ni a gastar regular y frecuentemente el importe de los trabajos de peluquería, claramente necesitas un perro de pelo corto.
Todos los perros pierden pelo, excepto aquellas razas a las que se corta el pelo regularmente como el Caniche y el Poodle, por otro lado los perros de pelo duro como el Schnauzer y el Fox Terrier pierden mucho menos pelo.
Los trabajos de mantenimiento del pelo son sencillos, aunque es conveniente seguir un correcto asesoramiento por parte de un peluquero canino ya que son distintos según la raza.
Macho o hembra:
En la mayor parte de los casos no tiene demasiada importancia, a pesar de ello la mayor parte de los propietarios prefiere un macho, ya que así piensan librarse de las molestias que supone el celo de la hembra.
En realidad, el celo solamente tiene una duración de veinte días dos veces al año, en cambio el macho estará «en celo» cuando lo esté cualquier perra del vecindario, lo que puede ser casi todo el año, con las consiguientes peleas y fugas.
Las hembras son más fieles, más cariñosas y obedientes a su amo y además no suelen pelearse con otros perros machos ni hembras.
Por el contrario, si lo que quieres es un perro guardián o quieres adiestrarlo en defensa, será más indicado un macho.
Tipo de raza:
Por regla general el comportamiento que cabe esperar de los distintos tipos de raza es el siguiente:
El perro pastor:
Muy activo, casi infatigable. Durante los paseos tiene tendencia a dar vueltas alrededor de su amo como si guardara un rebaño. Tiene un agudo sentido de la jerarquía. Suele ser equilibrado.
El moloso:
De humor constante no se enfada fácilmente, pero suele ser difícil de controlar cuando sucede.
El terrier:
Enérgico, independiente, no duda en tomar iniciativas. Es inquieto y rústico. A veces es reacio a ser limpio.
El perro de trineo:
Tiene un gran sentido de la manada. Necesita un líder y su instinto de caza está muy presente. En algunas variedades se encuentran sujetos dominantes reacios a obedecer. Conserva a menudo su instinto de fuga.
El perro de caza:
Muy apto para el aprendizaje. Sus predisposiciones cinegéticas hacen que tenga poco instinto de fuga.
El perro de compañía:
En este grupo suelen encontrarse las individualidades más marcadas. Su dependencia del amo le vuelve muy permeable a las reacciones de éste y si su educación no es correcta, manifiesta falta de equilibrio.
El galgo:
Tranquilo y silencioso casi siempre, es sólo de vez en cuando que tiene que liberar su energía. La mayor parte son muy independientes, otros extremadamente dependientes.
El precio:
Varía mucho si la compra se realiza a un particular, criador profesional (recomendado) o tienda especializada. Recuerda que no siempre el perro de raza será el que más te ame…o más fácil de educar pues todos mestizos o de pedigree requieren amor, cuidado y sobre todo paciencia y constancia para educarlos; siempre la en cuenta la opción de adoptar un animalito rescatado y asi estarás salvando muchas vidas.
De la raza de que se trate y de lo popular o rara que sea, de que esté «de moda» o no.
De la edad del cachorro y de las vacunas que se le hayan administrado.
De que esté o no adiestrado.
De la línea genética.
Un perro mestizo, sin valor económico puede proporcionar las mismas satisfacciones a su propietario que el mejor campeón.
Si no quieres gastar dinero y no te importa que el perro no sea de raza, considera la posibilidad de recoger un perro de un albergue o perrera, además de encontrar un amigo realizarás una buena obra.
GATOS:
Los gatos por su tamaño e independencia son mucho más fáciles de cuidar que los perros; eso no exime al propietario de responsabilidades pues el minino es independiente pero requiere ciertos cuidados básicos como comida y agua fresca diaria , un lugar para dormir así como un lugar para hacer sus necesidades.
Deberás tomar en cuenta que tanto hembras como macho tienen periodos de celo por lo que lo mas recomendable es ESTERILIZARLOS ANTES DE LOS 6 meses..con eso evitaras que existan mas gatitos no deseados y por ende el abandono.
La tarea de domesticar a un gato no es sencilla pero tampoco imposible, como todos los animales con constancia amor y paciencia conseguirás lo propuesto.. Así lo demuestran la mayoría de los estudios realizados hasta hoy, ya que son frecuentes los cambios en la conducta de los gatos. Estos felinos tienen uno de los cerebros más desarrollados del mundo de los mamíferos, y por ello es difícil comprender por qué este animal no aprende como lo hace, por ejemplo, un perro. En realidad, esta incapacidad se debe a que los gatos son cazadores solitarios y, como están acostumbrados a vivir sin el apoyo en otros congéneres, no aceptan órdenes. En las relaciones entre estos felinos no existe el concepto de orden. La única excepción es la relación entre madres e hijos.
A diferencia del perro, los gatos no intentan tener una buena relación con sus dueños y sólo aprenden lo que les interesa. Sin embargo, existen algunas pautas básicas que podemos enseñarle ya que disponen de una buena capacidad de aprendizaje. Existen dos campos fundamentales para orientar a nuestro gato: la mejora de la convivencia y los factores de seguridad para su vida.
Convivir cómodamente con un gato:
Nuestro gato tiene que aprender a respetar a las personas con las que convive. Los puntos críticos que debemos tener en cuenta para hacer más llevadera la coexistencia hombre-gato son la utilización del cajón de arena, el rascador, el aseo general y la alimentación. Para que nuestro gato aprenda a utilizar correctamente el cajón de arena, es recomendable que lo dejemos en un lugar tranquilo y lo limpiemos correctamente. La materia fecal se debe eliminar diariamente y es necesario cambiar la arena una o dos veces por semana, dependiendo de la cantidad de piedritas impregnadas con orina.
Para impedir que nuestro gato arañe los muebles, se pueden poner obstáculos físicos, o bien cubrir el mobiliario con fundas de distintos materiales o rociarlo con ciertas feromonas felinas que se pueden encontrar en las tiendas veterinarias.
El aseo general del gato también es uno de los factores primordiales sobre el que tendremos que trabajar. La aversión de los gatos al agua es conocida por todos, por ello, para evitar tener un gato adulto en casa que no seamos capaces de meter en la bañera, es conveniente comenzar a realizar actividades de aseo a una edad muy temprana. El cepillado, cortarle las uñas… son cosas que el gato debe conocer durante sus primeras semanas de vida, periodo en el que se produce su socialización.
Por último, el factor alimentación es también muy relevante para mantener la higiene en una casa con gato. A las cuatro o cinco semanas de vida, el gatito comienza a comer y es en este momento cuando debe empezar a consumir sólo concentrados adecuados para ellos. Así fijaremos sus gustos alimenticios cuando sea adulto y no aparecerá con presas muertas. De este modo no desarrollará el hábito de consumir comida cazada por él mismo.