Aunque los accidentes en un hogar son relativamente frecuentes, enseñar bien a nuetro gato puede evitarnos pequeños sustos. La curiosidad del gato está extremadamente desarrollada y también posee la capacidad de llegar a casi todos los lugares de una casa. Estos dos factores combinados hacen muy probable que nuestra mascota se lastime en algún momento.
Elementos como la cocina, la estufa, la lavadora, pueden ser muy peligrosos para la integridad de nuestro gato. Realizar un aprendizaje por condicionamiento negativo para que el gato no se suba a los electrodomésticos suele ser una medida eficaz. Por ejemplo, dispararle con una pistola de agua o un rociador en el momento que se suba, o poner una superficie que haga ruido al pisarla como papel de aluminio.
El vagabundeo del gato puede ser otro factor negativo para el buen estado físico de nuestra mascota. A partir de la pubertad entre los 6 o 7 meses de edad, el gato comienza a realizar frecuentes excursiones para pasear, explorar territorio o buscar pareja.
Cuando esto ocurre, corren el riego de sufrir un accidente traumático, una intoxicación, enfermedades infecciosas o parasitarias. El mejor consejo es impedir que el gato salga fuera de casa, pero existen otras alternativas como poner barreras físicas e incluso hay quien utiliza la castración para evitar las salidas de su mascota.
No existen muchos los aspectos sobre los que incidir para obtener algún tipo de aprendizaje por parte de nuestro gato. Simplemente podemos lograr una excelente convivencia con nuestra mascota y para ello, debemos empezar con el aprendizaje durante la etapa de socialización