1. El veterinario
El veterinario es el doctor que se encarga de la salud de los animales, entre ellos tu gato. Deberás escogerlo con mucho cuidado porque será el responsable de que tu gato se encuentre sano. Tienes que fijarte que quien escojas sí sea veterinario, existen personas que por pensar que saben mucho de animales engañan a la gente diciendo que son veterinarios. Un veterinario de verdad estudió una carrera por lo menos durante 5 años y deberá tener un título colgado en su oficina.
También debe ser una persona que te inspire confianza, que te caiga bien y que tanto su clínica como su persona se encuentren limpios.
Un buen veterinario deberá explicarte las cosas de modo que las entiendas, deberá tratar a tu mascota con respeto y deberás de poder localizarlo a cualquier hora en caso de una emergencia.
2. Esterilizar
Ya sea una gatita o un gatito lo que tengas en casa, deberás esterilizarlo antes de los seis meses de edad. Los gatos son maquinitas de tener gatitos y es difícil conseguirles casa a todos. Los gatos que no están operados se pelean con otros gatos y acaban contagiándose de enfermedades. Esterilizar a tu gato o gata es una cirugía de rutina, solamente asegúrate que la haga un veterinario titulado. En manos de otra persona arriesgarías la vida de tu gato.
3. Vacunas
Debes saber que vacunar es de las cosas más importantes que tienes que hacerle a tu gato. Vacunarlo le puede salvar la vida,ya que lo previene de enfermedades que lo podrían llegar a matar. Existen tres vacunas para gatos. La vacuna triple o cuádruple, la vacuna de leucemia y la de rabia. Estas vacunas se deben aplicar una vez al año durante toda la vida de tu gato.
4. Parásitos
Los parásitos son animales muy pequeñitos que invaden a tu gato y que se alimentan de él. Existen parásitos que viven dentro de su intestino y parásitos que viven en su piel, como las pulgas. Es importante que mantengas a tu mascota libre de ellos para que se mantenga sana. Dependiendo de dónde vives y si tu gato sale a la calle o está en contacto con otros animales, deberás desparasitarlo cada 3 ó 6 meses.
A los parásitos externos (los que se alojan en la piel) también los debes de controlar. Existen diferentes productos para acabar con ellos, como jabones, polvos, shampoos, collares, insecticidas y las llamadas pipetas que se aplican una vez al mes en la piel de tu gato. No le apliques nada a tu gato sin consultar primero al veterinario, los gatos son sumamente sensibles a cualquier tipo de insecticida o medicamento y pueden intoxicarse fácilmente.
5. Enfermedades
Aunque mantengas bien alimentado, vacunado y desparasitado a tu gato, a veces puede enfermarse por otras causas. Los gatos pueden transmitirse enfermedades entre ellos mordiéndose, así que evita que tu gato tenga peleas con otros gatos. Una forma de evitarlo es castrarlo lo antes posible. Es común que se infecte el lugar en donde lo haya mordido otro gato y sea necesario que lo atienda el veterinario.
A los gatos les encanta cazar. El problema es que así pueden adquirir enfermedades. Te recomiendo mantener tu casa libre de roedores, cucarachas y animales rastreros. Pregúntale al veterinario como atacar las plagas sin que tu gato se intoxique. Los gatos son muy sensibles a cualquier medicamento o insecticida. Nunca automediques a tu gato ni dejes que alguien que no sea veterinario lo haga BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA.
Lleva a tu gato al veterinario si ves que no quiere comer, que vomita o que se mantiene alejado y triste.
Los gatos también pueden sufrir de traumatismos fuertes porque a veces no calculan sus saltos y pueden caerse de grandes alturas o ser atropellados. Acude inmediatamente al veterinario si tu gato sufre un accidente.
6. Tengo una emergencia
Siempre ten a la mano el teléfono de emergencia del veterinario para que lo encuentres en caso de ser necesario. Si tu mascota está en aprietos, antes de hacer nada comunícate con el veterinario para que te diga qué hacer mientras él lo atiende.
Son situaciones de emergencia:
- Si tu gato sangra
- Atropellamiento o golpes fuertes
- Mordeduras de otros animales
- Ahogamiento: tu gato no puede respirar o le cuesta mucho trabajo. Sus encías pueden estar moradas.
- Tu gato está inconsciente
- Envenenamiento: infórmale al veterinario con qué se intoxicó
- Picadura de insectos o arácnidos venenosos
- Convulsiones: tu mascota tiene movimientos extraños y en contra de su voluntad
- Quemaduras